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Cuando me enamoré de Zipolite.

  • Adrián Rodíguez
  • 20 jun 2018
  • 4 Min. de lectura

En el turismo sucede algo muy particular cuando te “contrata” una empresa, y es que realmente no te contratan. Regularmente una persona que inicia su carrera en la hotelería o en el turismo, un joven, va a ser contratado por un periodo de un mes de prueba, después otro mes de prueba, un mes más de prueba final.

Después de eso te hacen pasar por un proceso que se llama B3, B4 (depende de la empresa) que significa una baja temporal, ese beneficio que las empresas toman a su favor para justificar sus procesos de contratación y evitar que un colaborador obtenga antigüedad, por lo tanto, vacaciones pagadas cada año y otras prestaciones. Suena feo, pero así es, y así es como muchas personas y familias viven de este sector, lamentablemente no pinta para cambiar.

Les cuento lo anterior porque muchos años estuve así, trabajo desde joven y hace poco más de dos por primera vez obtuve VACACIONES PAGADAS, estaba yo tan contento, no era el hecho de salir de viaje, si no que por primera vez en mi carrera iba a poder tener días libres, autorizados, pagados, legales… Lo malo, es que se me confirmaron con poco tiempo y tenia fechas especificas. Lo primero que hice fue darme un clavado en todas las paginas de viaje en línea para buscar la mejor opción en tan corto tiempo.

Dentro de mis búsquedas, y gracias a la magia del marketing digital y las cookies en las paginas, comencé por buscar paquetes a Huatulco y Puerto Escondido, todo mundo en el turismo sabe que son los destinos de playa mas accesibles de México, una cosa llevo a la otra y de repente apareció una promoción espacial de paquete de avión y hospedaje en Zipolite. La conversación interna conmigo fue algo así:

Zipolite… no es esa la playa nudista llena de hippies? Si, esa misma. Cuando vi esa oferta no pude pensar en una imagen de muchas personas en la playa, hippies, fumando mota, bebiendo y bailando desnudos. ¿Era ese es estilo de vacaciones que yo quería?

Necesito descansar, ha sido un año muy largo, mucho trabajo, me urge descansar, pero no se si esto es para mi. Todo mundo dice que es muy tranquilo, pero no me siento seguro de comprarlo.

Estoy “acostumbrado” a los Todo incluido, a hoteles lindos, ¡no a cabañas… Dios! ¿De verdad es tan barato?

Aun así, el precio valía la pena, lo hablé con mi pareja, discutimos mil opciones, y terminamos comprándolo. 3 días después estaba volando a Puerto Escondido, sin saber exactamente hacia donde iba y que me esperaba, pero emocionado.

Llegar al aeropuerto de Puerto Escondido es fácil y muy barato, viaje con Viva Aerobús y el precio del vuelo fue de aproximadamente 600 pesos de ida cada uno, regularmente va lleno el avión y sale muy temprano (6AM)

Cometí el error de pagar taxi en el aeropuerto (en otra entrada les contaré porque fue error) y manejamos 40 minutos hacia el norte a través de una carretera húmeda, calurosa, verde, tranquila, de muchas curvas, pero segura.

Al llegar al hotel, Nude, me di cuenta que toda la conversación que había tenido de manera interna tenia en parte certeza, pero no era nada más allá. Uno no llega y se adentra a una nube de humo de marihuana, uno llega a una de las playas mas limpias y hermosas que puede tener México (Dios, por favor no dejes que le pase nunca nada a Oaxaca)

Arte en el adoquin

Zipolite es bello, la gente es cálida, los precios son estúpidamente accesibles y el clima durante la época de invierno es excepcional. Nadie se mete contigo, te sientes libre, no importa si tienes o no dinero, ropa, iPhone, solo importa que estas ahí y el pueblo se vuelve una especie de comunidad, de hogar, en los días que estas ahí.

¿Seguridad? Toda, la gente de ahí y los visitantes se vuelven tus guías, tus cuidadores, es esa perfecta armonía en donde la gente te saluda. Al principio es raro, pues uno sale de la ciudad con la costumbre de oficinista en done nadie te sonríe, donde nadie te sonríe; Zipolite es todo lo contrario.

¿Nudismo? Claro que lo hay, y lo vas a ver de todas formas y colores, jóvenes, adultos, ancianos, niños, familias, parejas, de todo. Nudismo no es igual a sexo, solo viviendo la experiencia es posible entenderlo, y lo mejor, nadie te juzga. Lo importante a resaltar, no estas obligado a nada, la bahia es una de las mas bellas y limpias que vas a encontrar, ¿acaso no vale la pena solo visitarlo por eso?

El Alquimista

¿Drogas? He visto mas drogas en Cancún, en CDMX, cada quien sabe sus limites y gustos. Obviamente el que busca, encuentra. ¿Acaso a diario vas caminando por paseo de la Reforma y aceptas todos los ofrecimientos que te da la gente? Obvio no, aquí es el mismo caso.

¿Comida? TODA, todo es delicioso, todo es económico y todo vale la pena, algo que les puedo asegurar es que no tengo ninguna queja de la comida y mis mas de 80Kg se los garantizan. Vayan Donde Franco, Alquimista o a cualquiera de las opciones en "El adoquín" por las noches.

¿Es aburrido? Podría serlo si tu expectativa de vacaciones es de lujo, pose, glamour y fiesta. Zipolite es el lugar en donde el ambiente y el mar te harán descubrirte, te relajan. Entras en un “estado Zen” que extrañas al terminar tus vacaciones. Los locales te pueden recomendar una y 100 actividades: Pesca, Nado, Avistamiento, Comida, Tour, Animales, Mezcal, etc. Hay algo para todos, pero no es Cancún, no es Vallarta.

Así que, ¿por qué no te sales de la rutina de todos los años y te lanzas esta vez a Zipo? Si tienes dudas, déjame saber, vamos a ver como resolverlas.

Yo, he regresado cada año una o dos veces...

 
 
 

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